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Tiempo de lectura: 7 min
Updated 17 de mayo de 2024

Peques y grandes aventuras: ideas top para viajes en familia

Little kids, big adventures: top tips for family travel

Planificar unas vacaciones de ensueño con peques del todo impredecibles es un reto, pero la oportunidad de crear recuerdos para toda la vida hace que el esfuerzo valga la pena.

Puede que la idea de facturar carritos, camuflar verduras de fuera en un puré de patatas o cambiar pañales en un ferry te dé escalofríos, pero aquí tienes a dos madres y a un padre con experiencia en viajes para asegurarte que, con un poco de planificación previa y algo de flexibilidad, viajar con peques puede ser una aventura única o una historia de las buenas.

Laura Gregory y Mahmoud Yassin (Ámsterdam), y Bruna Bastos Kirst (Orlando) trabajan en Booking.com y han hecho viajes internacionales con sus parejas y peques. Y han sobrevivido para compartir sus mejores consejos de viaje.

Involucra a tus peques

A Laura y a Dean, su marido y también empleado de Booking.com, se les presentó una oportunidad única la primavera pasada: les quedaba un mes de permiso por paternidad y cada vez menos tiempo para que su peque de tres años comenzara el cole. Ante esa situación, decidieron irse de vacaciones un mes al sudeste asiático. Visitaron varias ciudades de Tailandia, un país que adoran, y pasaron una semana en Hoi An (Vietnam).

Que su hija Ivy se divirtiera tanto como mamá y papá era fundamental. Aunque Ivy era demasiado pequeña como para involucrarla en la planificación, eligieron actividades que ella pudiese disfrutar, compartieron con ella el plan con antelación y midieron su interés haciéndole preguntas sencillas. A la familia le encantan los animales y era importante poder verlos en un entorno ético. Jamás olvidarán la excursión al santuario de elefantes. La niña pudo ayudar a lavar con la manguera a esos gigantes bonachones y a prepararles la fruta para comer.

Get the kids involved Mahmoud

Mahmoud y su esposa Heba viajaron con sus hijos Malik, de nueve años, y Khaled, de seis, junto con otra familia durante las vacaciones de diciembre. Hicieron un viaje por carretera a Alemania, haciendo parada en Hanóver de camino a Berlín. Luego, fueron al Tropical Islands Resort de Alemania, un complejo con un gran parque acuático, actividades y alojamiento bajo una cúpula con climatización.

A los niños les entusiasmaba el tema del parque acuático, y a los adultos también les atrajo la idea de disfrutar de un verano artificial en pleno invierno europeo. Para involucrar a los niños, les enseñaron online qué actividades se podrían hacer, y cada uno escribió o dibujó cinco cosas que quería hacer. La familia votó y se incluyeron en el itinerario las cinco primeras ideas de la lista.

Ante todo, flexibilidad

Cuando Bruna y su marido volaron desde Orlando a su Brasil natal para presentar a su hija María Antonia, de diez meses, a familiares y amistades no tardaron en descubrir que las cosas no siempre salen según lo previsto y que dejarse llevar, a veces, implica aceptar que el caos sea parte del plan. Después de viajar desde el estado más caluroso de EE. UU. al verano igualmente caluroso y húmedo de São Paulo, este trío tuvo que adaptarse a un lugar donde el aire acondicionado no es tan habitual como en casa.

Embrace flexibility Bruna

Bruna ahora sabe que para su próximo viaje tendrán que planificar con antelación algunas cosas y llevarse un ventilador portátil para sobrellevar mejor el calor. Como regalo de Navidad, eligieron vuelos en primera clase, ideales para tener más espacio y libertad de movimiento. Pero también descubrieron que el minibaño de un avión sin cambiador no es compatible con una bebé y sus asuntos internos.

Gracias a la amabilidad de una azafata, a mucho desinfectante para manos y a algo de creatividad, lograron hacer 25 cambios de pañal durante las ocho horas que duró el vuelo de regreso. Sin embargo, son conscientes de que es posible que en futuros vuelos en clase económica tengan que armarse con un extra de flexibilidad para gestionar el vuelo con gente sentada alrededor.

Todos los padres y madres destacan la necesidad de ser menos rígidos con las rutinas (la hora de dormir o los hábitos en las comidas) cuando viajan para poder disfrutar de las vacaciones y de las culturas locales.

Crea vínculos

Durante su aventura asiática de un mes, Laura y Dean querían asegurarse de que Ivy no perdiera la oportunidad de interactuar con otras niñas y niños. Fueron todo proactividad en ese sentido: buscaron los mejores parques infantiles, cafeterías y lugares donde jugar con la gente del lugar, incluida una niña vietnamita y su familia.

Encourage them to make friends Laura

Laura recomienda algo tan simple como hablar con personas que vayas conociendo. En su caso, el dueño de la cafetería tenía una hija de la edad de Ivy y quedaron varias veces para jugar. Aprender algunas palabras y frases en el idioma local también puede ayudar a crear vínculos. Sentir la cultura tailandesa y vietnamita era esencial para los adultos, y solían desviarse de la ruta turística para tomarse unas cervezas con la gente de allí. También se levantaron temprano para disfrutar con calma de los mercados de alimentos antes de que se transformasen en mercadillos de souvenirs alrededor de las 09:00.

Aunque como viajaban con otra familia y, por lo tanto, los hijos de Mahmoud tenían compañeros de juego, querían animarles a interactuar con otros turistas y habitantes siempre que tuvieran la oportunidad. A las personas adultas a veces nos cuesta decir algo en otro idioma por no expresar exactamente lo que queremos, pero los niños y niñas hablan el lenguaje universal del juego y, a menudo, encuentran formas innovadoras de interactuar, incluso solo haciendo gestos con las manos.

Organizar tiempo solo para adultos

La familia de Bruna pasó la mayor parte de su viaje con sus familiares en un alquiler vacacional en Ipojuca. El nacimiento de María Antonia había supuesto para Bruna, su marido y el resto de la familia una montaña rusa de emociones, ya que fue muy prematura y pasó mucho tiempo en el hospital. Ver a la bebé feliz y al fin sana por primera vez fue un momento lleno de emoción y de alegría para sus seres queridos en Brasil, y todo el mundo quería estar a su lado el mayor tiempo posible. Con tantas personas voluntarias para quedarse con la niña, Bruna pudo relajarse y disfrutar de una sesión de spa matutina con su marido y de un desayuno de pareja en un hotel cercano, por ejemplo.

Mahmoud también confió en manos amigas para pasar tiempo de calidad con Hiba. La pareja se alternaba con los otros padres para cuidar de sus peques y, así, disfrutar en grupo. A Mahmoud le emocionaba en especial probar los toboganes para mayores de 18 años en Tropical Islands, y tener a sus niños bien cuidados por otras personas hizo posible compartir esa adrenalina con Hiba. También hicieron fiestas de pijamas para que cada pareja pudiera descansar una noche sin el alboroto de los peques.

Qué buscar en un alojamiento

El espacio que ofrece un apartamento o una casa de vacaciones puede proporcionar la comodidad que tanto necesitan las familias que buscan una escapada inolvidable. Aunque el complejo turístico de Tropical Islands de Alemania cuenta con habitaciones de hotel y tiendas dentro de la cúpula, las dos familias del grupo de Mahmoud reservaron casas de vacaciones asociadas al complejo, justo en los exteriores de la cúpula principal. Así, pudieron disfrutar de espacio y de la sensación de privacidad. Como tenían cocina, no tuvieron la necesidad de comer siempre fuera y pudieron, por ejemplo, prepararse desayunos sencillos con huevos y organizar una cena con la otra familia como invitada.

La primera parada del viaje de Bruna incluyó a sus amistades. En años anteriores, su grupo alquilaba una casa durante un fin de semana para relajarse y hacer barbacoas. Aunque las cosas cambian un poco con una bebé en el plan, quisieron mantener la tradición y reservaron en la Granja Viana Casa Campo, una preciosa villa en el bosque con muchísima luz natural, piscina, zona para hacer hogueras, sala de ejercicios y pantalla de cine.

Los familiares de Bruna se encargaron de organizar el tema del alojamiento para el último tramo del viaje. Eligieron un apartamento grande en La Fleur Polinesia Residence & Resort. Las casas comparten espacios con el Samoa Beach Resort. El resultado es una combinación perfecta de un gran espacio con cocina y de acceso a las numerosas instalaciones de un hotel. El grupo disfrutó de un idílico paraíso frente a la playa y se lo pasó en grande reconectando, jugando con María Antonia y viendo cómo conocía a sus primos, también bebés.

Si optar por un alquiler vacacional para un viaje en concreto no parece lo más adecuado, un hotel podría ser la solución ideal. En esa situación se encontraron Laura y Dean, que se desmarcaron del grupo y prefirieron alojarse en un hotel en lugar de en un alquiler vacacional. Laura explica su decisión: "Así no nos tenemos que preocupar de nada. Lo tenemos todo hecho". Seleccionaron hoteles aptos para peques. Cabe destacar el Melia Koh Samui, con club infantil, un río lento que rodea la piscina y un gran tobogán estratégicamente situado para que los padres puedan vigilar a los más pequeños mientras se relajan en el bar de la piscina.