Bed and Breakfasts en Appenzell

Muy limpio, ordenado, con espacios compartidos muy cómodos.

Trato exquisito en un hotel lleno de encanto. No le falta detalle y la amabilidad nos cautivo. El pueblo es precioso y subir en Hoher Kasten una buenísima recomendación. Volveremos!

Es una casa antigua totalmente reformada. Nos tocó una habitación muy espaciosa y con una decoración con todo lujo de detalle. Destaco la limpieza y la amabilidad de los dueños y del servicio de limpieza, siempre muy atentos a nuestras necesidades. Por último destaco el delicioso desayuno y en especial las tortillas de Frau Willi!

La casa está en un sitio precioso, muy limpio y el desayuno espectacular. La propietaria es muy amable y dispuesta a ayudar. Fabuloso

Perfecta estancia en un entorno idílico . Muy limpio , ordenado y perfecto en todos los niveles .

Las vistas desde la habitación son espectaculares. Totalmente aconsejable.

Una estancia inolvidable, digna de 5 estrellas Nuestra experiencia en este establecimiento ha sido sencillamente maravillosa. Desde el primer momento nos sentimos acogidos como en casa. El ambiente de todo el edificio transmite una sensación especial, de calma, elegancia y cuidado por los detalles. Las instalaciones son excelentes, cómodas y decoradas con muy buen gusto, pero lo que realmente eleva la experiencia es el trato humano. Queremos destacar especialmente la atención inestimable de Daniel, el gerente, siempre atento, cercano y dispuesto a ayudar con todo lo que necesitáramos. Su calidez y profesionalidad marcaron la diferencia. Mención aparte merece la maravillosa señora que nos atendía cada mañana en los desayunos. Siempre con una sonrisa, nos preparaba un café excelente y unos huevos al plato que eran un verdadero manjar. Su amabilidad y cuidado hicieron que cada mañana empezara con alegría. Es, sin duda, un lugar que recomendaría con los ojos cerrados. Un auténtico oasis donde todo está pensado para que el huésped se sienta especial. ¡Volveremos! / Ein unvergesslicher Aufenthalt – verdient 5 Sterne Unser Aufenthalt in diesem Haus war einfach wunderbar. Von der ersten Minute an fühlten wir uns wie zu Hause. Die Atmosphäre im gesamten Gebäude vermittelt ein besonderes Gefühl von Ruhe, Stil und Liebe zum Detail. Die Einrichtungen sind hervorragend, komfortabel und geschmackvoll eingerichtet – doch was den Aufenthalt wirklich besonders macht, ist die menschliche Note. Besonders hervorheben möchten wir die unschätzbare Hilfe von Daniel, dem Manager, der stets aufmerksam, herzlich und hilfsbereit war. Seine Freundlichkeit und Professionalität haben unseren Besuch auf ein neues Niveau gehoben. Ein weiteres Highlight war die wunderbare Dame, die uns jeden Morgen beim Frühstück betreute. Mit einem Lächeln bereitete sie uns ausgezeichneten Kaffee und perfekte Spiegeleier zu. Ihre Herzlichkeit und Fürsorge sorgten für einen gelungenen Start in den Tag.