Busca bed and breakfasts en Chiriquí

Tuve el inmenso placer de alojarme en la casa de Brad y no puedo dejar de recomendarlo como anfitrión. Desde el momento de mi llegada, su calidez y hospitalidad fueron evidentes. Brad no solo es atento, sino que realmente se preocupa por hacer que sus huéspedes se sientan cómodos y bienvenidos. Desde el primer saludo, me hizo sentir como parte de su hogar. La habitación que ocupé era un auténtico refugio. Amplia y decorada con gusto, cada detalle estaba pensado para garantizar la comodidad. La limpieza era impecable; todo estaba en perfectas condiciones, lo que me permitió relajarme y disfrutar de mi estancia sin preocupaciones. Pero lo que realmente me dejó sin aliento fueron las vistas espectaculares al mar. Cada mañana, me despertaba con la luz del sol reflejándose en las olas, creando un ambiente mágico que hacía que cada día fuera un nuevo deleite. El jardín que rodea la instalación es otro de los aspectos destacados de esta experiencia. Lleno de vegetación exuberante y flores vibrantes, es un verdadero oasis de tranquilidad. Pasar tiempo en el jardín, rodeado de tanta belleza natural, fue un placer absoluto. Es un lugar ideal para relajarse con un buen libro o simplemente disfrutar de la paz que ofrece la naturaleza. La conexión que se establece con Brad es genuina. No solo es un anfitrión excepcional, sino también una persona maravillosa con la que compartir historias y risas. Su pasión por su hogar y su entorno es contagiosa, y definitivamente se nota en la manera en que cuida cada detalle de la estancia. Si buscas un lugar donde relajarte, disfrutar de la belleza natural y sentirte como en casa, no dudes en reservar con Brad. Sin lugar a dudas, volveré a este rincón del paraíso en mi próxima visita. ¡Gracias, Brad, por una experiencia inolvidable!

Sobre todo destacaré la hospitalidad de los empleados y dueño, el desayuno estaba riquísimo! Recomendaremos a nuestros amigos que estén de pasada por David, además nos faltó tiempo para probar las recomendaciones culinarias: si uno de león te dice que en x sitio se come bien, es por algo!

Las intalaciones muy bonitas y limpias

El alojamiento estuvo muy limpio y todo muy acogedor. El trato de Francesca fue excepcional, el desayuno estuvo muy rico y variado. La distancia que hay para llegar a la playa es corta y está ubicado en un lugar alejado del ruido y muy privado.

La amabilidad de sus anfitriones Chantal y Giorgo que nos recibieron ya tarde y con total amabilidad ...el sitio súper tranquilo está muy bien y no le falta nada .El desayuno ha sido estupendo y hemos estado pasado una noche perfecta. Incluso se puede comer o cenar aquí, muy recomendable.

es una casa hermosa, la ubicación me pareció muy buena, contábamos con carro así que era súper fácil llegar a todos lados.

Excelente lugar para hospedarse, tranquilo y se descansa de verdad, cerca de restaurante que caminando literal está a una cuadra y del pueblo, en carro a unos pocos minutos se llega.

Muy tranquilo..trato muy amable,cercano y familiar

El ambiente, el clima el personal, todo

Nos hubiera encantado quedarnos más tiempo pero ibamos a caminar al Volcan Barú por lo que teniamos poco para estar en la prpiedad que es absolutamente hermosa. Tiene unos jardines espectaculares. Daniel y Andrea son unos ángeles que apesar de que nuestro check out era a las 11 am nos permitieron llegar a bañarnos en la tarde luego de la caminata. Esperamos volver algun dia y poder disfrutar del lugar.