Chalets de montaña en Bahía Solano

La ubicación es la mejor de Bahía Solano, con vistas al mar y a un paso de todos los servicios de la localidad. Habitación amplia, limpia y con cama super cómoda. Todo lo que aparecía en la descripción era cierto. El negocio lo regenta una familia encantadora que ofrecen todo tipo de facilidades y muy buenos consejos y servicios para visitar la zona. Sin duda repetiríamos estancia en este alojamiento.

El Riomar Mecana ofrece una mezcla fascinante de jungla siempre verde, playa y un ambiente totalmente relajado. Pasé cuatro días maravillosos aquí. ¡Gracias por eso! Las bonitas cabañas están ubicadas en un enorme y colorido jardín, a unos tres minutos de la playa. Pero lo más destacado es la anfitriona Laura. Honestamente, cocina la mejor comida que he probado mientras viajaba por Sudamérica en años. Todo con ingredientes locales. Laura viene de allí, sabe lo que hace y lo organiza todo. Su cálida personalidad es asombrosa. Consejo: contáctanos antes de llegar sobre el transporte. Esto sólo es posible a pie o en barco. También es bueno saberlo: no hay lujo ni fiesta. La vida está cerca de la naturaleza. Se duerme con el sonido del oleaje, los grillos y la lluvia cayendo sobre el techo de hojalata.

Se encuentra ubicado en una playa paradisíaca del pacifico, rodeado de naturaleza, con el mar a 10 metros. Pero eso no es lo mejor de este lugar. Lo mejor es la labor que han hecho los últimos 20 años para conservar la selva virgen que les rodea, replantando manglar autóctono para la conservación del litoral, y bueno, ver su jardín es entender que sin la labor de gente como ellos, este territorio desaparecería. Otra de las mejores cosas es el calor con el que te acogen, que te hace sentir que has venido a visitar a tu abuela o a tu tía en medio de la selva. La comida aquí ha sido otra experiencia en sí misma. Sabrosa, sana, típica de la zona, hecha en el momento, y a la que se nota que le ponen cariño. Nosotros nos alojamos en uno de los bungalow. Una pasada, vistas al mar, se ven colibríes desde la ventana. No sabría ni cómo describirlo. La cama es muy cómoda, con mosquitera, y la habitación tenía varios ventiladores.

La atención de los dueños, Pedro y Diana y la comida vejetariana