Chalets de montaña en Guápiles

La cabaña muy bonita y la amabilidad del personal.

La calidez del dueño.. y su recepción. Muy atento. Y la paz que se siente en el lugar. Su desayuno también fue de calidad

El alojamiento es inigualable! Precioso, todo nuevo y muy limpio! En medio de la naturaleza! Una experiencia única!😊😊 además Karen es una maravillosa anfitriona, te hace sentir como en casa. Te prepara un desayuno local que es lo mejor que he comido en mi vida, en un enclave mágico. Se lo recomiendo a todo el mundo!!😊😊😊

La naturaleza a su alrededor! La tranquilidad, el descanso.

La inmersión que hay con el entorno y la fauna. Tienen muy bien cuidado el jardín y están invirtiendo tiempo y recursos en la conservación.

Excelente ambiente, ideal para relajarse y estar en paz...

Nos alojamos en esta maravillosa hacienda en plena naturaleza y fue una experiencia inolvidable. El entorno es un auténtico remanso de paz, rodeado de un bosque exuberante repleto de vida. Durante nuestra estancia, vimos multitud de animalitos y nos sorprendió la cantidad de ranitas coloridas que habitaban la zona. Las instalaciones conservan un encanto especial, con ese aire de solera que le da un toque auténtico y acogedor. Las habitaciones eran amplias y confortables, con camas enormes que garantizaban el descanso. El sendero que recorre la propiedad merece muchísimo la pena: atraviesa huertas, plantaciones de café y árboles de cacao, y llega hasta un estanque y un río donde la naturaleza se despliega en todo su esplendor. Otro punto fuerte es el restaurante. La comida está muy bien elaborada, con ingredientes frescos y sabores auténticos que hacen honor a la riqueza gastronómica de la región. Pero sin duda, lo que hizo que nuestra estancia fuera aún más especial fue la amabilidad de todo el personal y del propio propietario. Nos ayudaron a descubrir la fauna local y gracias a ellos pudimos ver muchísimos animales que, de otro modo, habrían pasado desapercibidos. En definitiva, un lugar perfecto para desconectar, reconectar con la naturaleza y disfrutar de la esencia pura de Costa Rica, con un trato humano excepcional.

La vista al cacao , vimos tucanes! La ducha las toallas y ropa de cama impecables