Descanso increíble, cero ruido. Nos recibieron con pan casero y mermelada casera ( de la mano de Ricardito) Nos indicaron recorridos para excursiones y tanto él como Lily fueron muy cálidos y siempre atentos a nuestras necesidades.Muchas gracias. Si alguna vez volvemos a visitar la zona no dudaremos donde parar.