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Es un lugar muy tranquilo rodeado de naturaleza, ideal para descansar y desconectarse.

La atención, la limpieza y la naturaleza.

Un lugar espectacular!!!! Estamos de viaje de luna de miel y elegimos este mágico lugar para pasar 3 noches, fue un acierto total. Nos recibió Nick, uno más de la familia, con una gran sonrisa, nos hizo un tour de la casa explicándonos a detalle cada cosa, nos dirigió hasta la habitación donde nos encontramos con un verdadero apartamento ( enorme ) con un montón de dibujos en la madera. Nick demonstra en todo momento ser un GRAN PROFESIONAL, nos invitó a un cocktail delicioso de piña, al llegar a la casa después de un largo tour y con mucho calor, nos recibió con agua fresca y después nos SORPRENDIÓ con un zumo natural de guanábana, elaboración casera. La atención de el en todo momento fue genial. El mirador es la construcción de madera más alta de Costa Rica, está hecha totalmente de madera, un 95% madera salvo el techo jejeje. Con unas vistas ESPECTACULARES. La ubicación de la casa está perfecta si quieres desconectar del mundo de estrés,ruido de coches etc, solo amaneces con el ruido de la naturaleza. Un verdadero sueño hecho realidad. Aprovecho este comentario para recomendar 100% a John uno más de la familia, guía profesional, hicimos una caminata hacia la cascada, nos explicaba en todo momento todas las cosas con total profesionalidad, muy amable y atento en todo momento. Conoce un montón de cosas, plantas, animales, hasta cosas de medicina. Un verdadero placer tener un guía como el. Si estáis de paso no os perdáis el tour que ofrecen porque son un acierto total. Poco a poco nos integramos en la familia y conocimos a Álvaro, es el chico del bar, que ofrece bebidas bien fresquitas y comidas riquísimas ( unos churrascos buenísimos, para chuparte los dedos) y a su mujer que es un encanto. El bar está situado en la parte superior y ofrece las MEJORES vistas de Costa Rica. Nos os lo perdáis. Una de las cenas conocimos a los dueños que fue un ENORME placer. Nos invito a probar un montón de cosas que era elaboración propia. Os recomiendo la FRUTA, es la mejor que

Nos alojamos en esta maravillosa hacienda en plena naturaleza y fue una experiencia inolvidable. El entorno es un auténtico remanso de paz, rodeado de un bosque exuberante repleto de vida. Durante nuestra estancia, vimos multitud de animalitos y nos sorprendió la cantidad de ranitas coloridas que habitaban la zona. Las instalaciones conservan un encanto especial, con ese aire de solera que le da un toque auténtico y acogedor. Las habitaciones eran amplias y confortables, con camas enormes que garantizaban el descanso. El sendero que recorre la propiedad merece muchísimo la pena: atraviesa huertas, plantaciones de café y árboles de cacao, y llega hasta un estanque y un río donde la naturaleza se despliega en todo su esplendor. Otro punto fuerte es el restaurante. La comida está muy bien elaborada, con ingredientes frescos y sabores auténticos que hacen honor a la riqueza gastronómica de la región. Pero sin duda, lo que hizo que nuestra estancia fuera aún más especial fue la amabilidad de todo el personal y del propio propietario. Nos ayudaron a descubrir la fauna local y gracias a ellos pudimos ver muchísimos animales que, de otro modo, habrían pasado desapercibidos. En definitiva, un lugar perfecto para desconectar, reconectar con la naturaleza y disfrutar de la esencia pura de Costa Rica, con un trato humano excepcional.

Es un lugar fantástico. Pedro es un grandísimo anfitrión, trabaja para que todos los aspectos de tu estancia sean impecables. La comida genial, las habitaciones también, un lujo en medio de la selva. Las excursiones un 10, y el esfuerzo conservacionista del propietario y del staff también. El dinero se reinvierte en proyectos de sostenibilidad y biodiversidad. Muy recomendable.

La amabilidad y disposición de Paul para ayudar en lo que hiciera falta, con unas recomendaciones fantásticas. La ubicación, una auténtica maravilla de naturaleza.

La comida estaba muy bien, con frutas variadas de postre. La habitación era muy espaciosa. El personal de recepción muy muy amable ( Kenia tenía un trato exquisito). El guía de la excursion muy profesional.

Excelente ambiente, buena ubicación

La calidez del dueño.. y su recepción. Muy atento. Y la paz que se siente en el lugar. Su desayuno también fue de calidad

Lugar excepcional, el hotel está en medio de la selva, lo que permite ver toda clase de animales mientras uno camina por las instalaciones del hotel, cuando uno toma desayuno, etc