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La naturaleza tan armoniosa y tranquila. Gracias por cuidar de mi familia. Mi sobrino de 2 años se enfermó y la matriarca la señora Esperanza se volcó de tal manera que se pensó que era su hijo y lo cuido mucho. Muchas gracias a todos por ser tan humanos en todos los sentidos.

Mi reciente estancia en Casa Natural fue una experiencia encantadora que superó todas las expectativas. Desde el momento en que llegamos, los anfitriones orquestaron una fusión impecable de lujo y calidez, haciéndonos sentir como reyes y reinas en su encantadora morada. La atención al detalle fue impecable, con toques personalizados que añadieron un toque de magia a nuestra estancia. Desde una nota de bienvenida que nos hizo sentir como huéspedes de honor hasta comodidades cuidadosamente seleccionadas, cada aspecto de Casa Natural fue un testimonio del compromiso de los anfitriones de proporcionar una experiencia excepcional. Lo que realmente destacó en esta estancia fue la dedicación inquebrantable de los anfitriones a nuestro confort. Se esforzaron al máximo, asegurándose de que cada necesidad fuera atendida de manera rápida y con una sonrisa genuina. Era como si tuvieran una comprensión intuitiva de nuestros deseos, haciendo que toda la experiencia se sintiera hecha a medida. Una característica destacada fue la disponibilidad de un servicio de taxi bajo demanda. Esta conveniencia agregó una capa de facilidad a nuestra exploración de la zona circundante, permitiéndonos aventurarnos a nuestro propio ritmo sin las molestias típicas de los viajes. El compromiso de los anfitriones de proporcionar no solo un alojamiento, sino una experiencia completa y encantadora, era evidente en cada gesto atento. La atmósfera de Casa Natural fue una combinación perfecta de sofisticación y comodidad hogareña. La decoración cuidadosamente seleccionada creó un ambiente acogedor y los alrededores bien cuidados añadieron encanto al conjunto. Fue un refugio que ofreció un equilibrio perfecto entre relajación y exploración. En resumen, Casa Natural es una joya de refugio que va más allá de lo ordinario. La dedicación de los anfitriones a crear una estancia memorable es realmente encomiable.

El paisaje, las cabañas confortables y con pequeños detalles especiales para mejorar la estancia, equipamiento del baño, la tranquilidad y el silencio. Amabilidad del personal. Disposición para atender todas las solicitudes. Buffet del desayuno variado y con buen sabor. Disponibilidad para conocer del túnel de lava más largo.

La amabilidad del propietario el excelente trato muy recomendado, y la guía que proporciona y la ayuda hacen sentir muy seguros y confiados

Todo, me quedaría a vivir en ese hotel. La pileta de noche es un 10 de 10.

Realmente supero mis expectativas, la ubicación y lo mas importante la calidez del personal. Todos tienen muy claro el propósito con el que trabajan y estoy sumamente agradecida con cada uno de ellos. Regresare ¡¡¡