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Auberge Koyama se encuentra en Taketa, a 36 km de Monte Aso, y ofrece alojamiento con jardín, parking privado gratis, terraza y restaurante.

El Kuju Kogen Cottage ofrece un alojamiento acogedor en la hermosa meseta y un baño termal al aire libre con vistas a la naturaleza de Kuju. Cuenta con tienda de recuerdos y karaoke.

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victor

De

España

La ubicación, la comida y la amabilidad de los empleados

Hotel Tsuchiya se encuentra en Taketa, a 47 km de Oita Bank Dome y a 45 km de Estación Oita. Ofrece alojamiento con restaurante y wifi gratis en todo el alojamiento, además de parking privado gratis.

Taketa Ekimae Hostel cue tiene jardín, salón de uso común, terraza y bar en Taketa. El alojamiento está a 46 km de Oita Bank Dome, a 45 km de Estación Oita y a 48 km de Monte Aso.

El Resonate Club Kuju, situado en el magnífico parque nacional de Aso Kuju, cuenta con un terreno de 14,5 hectáreas y ofrece alojamientos amplios y conexión Wi-Fi gratuita en las zonas comunes.

Minshuku Shiroyama está en Taketa, a 46 km de Oita Bank Dome y a 40 km de Estación Oita. Ofrece alojamiento con jardín y parking privado gratis.

竹田まちホテル se encuentra en Taketa, a 45 km de Estación Oita y a 48 km de Monte Aso, y ofrece alojamiento con wifi gratis.

Kur Park Nagayu está en Niida, a 43 km de Oita Bank Dome, y dispone de alojamiento con jardín, parking privado gratis, terraza y restaurante.

Masunoi se encuentra en Mie, a 32 km de Oita Bank Dome, y ofrece alojamiento con salón de uso común, parking privado gratis y restaurante.

Lodge Kiyokawa está en Bungoono y ofrece vistas al río, jardín, terraza y restaurante. Hay wifi gratis. Para mayor comodidad, el alojamiento puede ofrecer toallas y ropa de cama por un suplemento.

N

Natalia

De

España

Nos encantó la amabilidad de los anfitriones, hablaban un inglés fantástico y estaban siempre dispuestos a ayudar con una sonrisa. En general el ambiente es muy acogedor, todo decorado con alegría y con un aire juvenil. El paisaje es incomparable. La cabaña y los aseos estaban impecables. El futón dentro de la cabaña era de los más cómodos que hemos probado en Japón. No pasamos nada de frío en la cabaña. El desayuno fue casero y saludable, a base de cocina local e ingredientes de temporada, preparada con cariño por uno de los anfitriones de allí; nos permitió probar cosas que nunca antes habíamos probado, como un pan especial esponjoso a partir de arroz y una crema que era receta de ellos con kabosu y calabaza que yo habría estado encantada de llevarme por litros, :). No disponían de té, pero te podías llevar tus cosas y comerlas allí en el comedor común.