Hoteles en Costa Rica

La comida excelente. A muy corta distancia de la playa. Fabuloso yoga shala. Pude escuchar cada noche el oleaje rompiendo en la playa

Un hotel de pocas habitaciones que garantiza una estancia tranquila, y atención personalizada. La construcción es moderna, pero con calidez y excelente gusto. Las zonas de paso amplias, la piscina algo pequeña, pero hermosa. La habitación tipo suite con balcón privado es bella, cómoda, lujosa y moderna. La atención del personal, amable, respetuosa. El lugar irradia paz en cada rincón. La comida es vegetariana pero indiscutiblemente deliciosa.

Las instalaciones perfectas, muy aseado y ordenado, tienen parqueo y todo es muy seguro. La piscina está muy limpia al igual que todo, sin dejar de lado el desayuno que estuvo delicioso. Miguel y su Esposa son excelentes anfitriones hacen que te sientas como en casa. La ubicación es genial ya que está a unos minutos de playa tamarindo, conchal entre otras, sin duda volveré y los recomiendo 100%.

Muy bueno, limpio, natural, la experiencia genial…

Todo y muy buen recibimiento de los dueños Ian y Zara

El lugar es idílico. Las ventanas dan a un riachuelo, se escuchan los pájaros todo el día y el amanecer es precioso ver toda esa flora y fauna.

La estancia en colina secreta ha sido espectacular. Nos hemos quedado en la cabaña Frida y no puede ser más bonita. Cada detalle y rincón. Sin olvidarnos de las espectaculares vistas que ofrece. Ha sido una estancia mágica e inolvidable. El desayuno buenísimo y la atención insuperable. Recomendamos 100% a cualquier viajero.

Es un lugar muy privado en medio de la naturaleza, ideal para relajarse. Se encuentra totalmente equipado para cocinar, con una excelente atención por parte del propietario. Las instalaciones son amplias, cuenta con varios senderos para disfrutar de la naturaleza.

Excelan antención de los afritiones, muy atentos los anfritiones en todo momento, realmente excepcional en su gusto por la decoración y tener todo para disfrutar la estancia, nos preparon un desayuno fantastico; ampliamente recomendado por ser un oasis para descansar al estar muy cerca de las playas el Tamarindo y la Avellana que suelen ser muy concurridas.

El sitio es espectacular, las vistas, las habitaciones,… pero lo mejor es el personal. Jorge nos hizo sentir como en casa y nos enseñó muchos animalitos que hay por la zona.

los anfitriones hicieron la diferencia hermoso lugar vale la pena , el concepto de pura vida. la mejor cama del mundo y divina ducha

La atención del personal maravillosa, es gentil y amable. Incluye café 🙂