Hoteles en Uzbekistán

La buena predisposición del personal y los pequeños detalles

La ubicación justo en el centro junto a la madrassa. La atención de la familia que lo gestiona. Muy atentos con todo hasta el punto de llevarnos hasta la puerta de un restaurante cuando llegamos de noche. Nos informó de todo lo necesario e incluso nos contestaba a preguntas sobre la historia de la ciudad y la vida cotidiana de la misma. Hasta nos preguntó que queríamos desayunar por si no lo tenía ir a buscarlo!

Desde que llegamos hasta que nos fuimos nos sentimos muy queridos por todo el staff del Kohinur, especialmente por Xushnud y Kamil. Siempre atentos y con una sonrisa, además de que nos ayudaron en toda nuestra estancia, también con nuestro hijo de 1 año y medio. Sin duda lo recomiendo al 100%. Muchas gracias por todo!!

El hotel es precioso, la decoración exquisita. El personal es servicial, joven y muy simpático, nos gustó su alegría.

La ubicación porque estaba en una zona muy tranquila, y a la vez estaba muy cerca de los lugares que merecen visitarse. El desayuno muy rico y variado, y te dan una botella de agua cada dia.

Hotel estupendo ubicado al lado de la plaza principal. Al entrar en el hotel, te sumerges de lleno en la arquitectura islámica con su patio interior, la decoración elaborada de paredes y techos... Todo está cuidado hasta el mínimo detalle El trato es exquisito pues tanto el dueño como el personal del hotel te hacen sentir como en casa y te ayudan con cualquier cosa que puedas necesitar. Cuando viajas sola, se agradece que te acojan como si fueras parte de su familia. Habitación preciosa y espaciosa y baño muy bonito y con todo lo necesario El desayuno es delicioso, con una gran variedad de especialidades locales tanto saladas como dulces. El mejor hotel en el que he estado en mi viaje por Uzbekistán.

Un hotel muy bonito, piezas amplias, muy buen desayuno y personal muy amable

La decoración y diseño es absolutamente exquisito, siguiendo el estilo mozárabe pero mucho más actualizado, las maderas y pinturas son un auténtico arte que lo hacen muy muy especial. La cama es súper cómoda, estaba todo impoluto, sábanas y toallas inmaculadas. Nos encantó este hotel. Destacamos la ayuda y amabilidad de los anfitriones. Una pena que la última noche nos tuviésemos que ir de madrugada para coger un tren, nos hubiese gustado poder aprovecharlo mucho más.

El personal es increíblemente amable, hacen lo imposible por ayudar y el lugar está limpio según los estándares europeos.