Hostales y pensiones en Ehrwald

Haus Tirol Ehrwald se encuentra en Ehrwald, a 3,9 km de Estación de tren de Lermoos, y ofrece alojamiento con jardín, parking privado gratis, terraza y bar.

Quartier Severin se encuentra en Berwang, a 13 km de Estación de tren de Lermoos, y ofrece alojamiento con centro de fitness, parking privado gratis, jardín y salón de uso común.

Alpenperle se encuentra en Obsteig, a 5,3 km de Golfpark Mieminger Plateau, y ofrece alojamiento con jardín, parking privado gratis, salón de uso común y terraza.

Gästehaus Almrausch, Ferienanlage mit Pool está en Nassereith, a 8 km de Paso de Fern, y dispone de alojamiento con piscina de temporada al aire libre, parking privado gratis, jardín y terraza.

Mühler Hof está en Doktor Schwarzkopf-Siedlung, a 12 min a pie de Estación de tren de Reutte in Tirol, y dispone de alojamiento con jardín, parking privado gratis y terraza.

T

Teresa

De

España

El personal muy amable. Muy buen desayuno.

Alte Schmiede está en Leutasch, a 21 km de Golfpark Mieminger Plateau, y tiene jardín, habitaciones libres de humo y wifi gratis en todo el alojamiento.

D

DANIEL

De

España

Buen desayuno y buena ubicación.

Located in Höfen near the Lech Valley, 3 km from the centre of Reutte, Die Lilie / Hotel Garni is a 5-minute drive away from the Reutte Ski Area and 100 metres from the hiking trail Lechwanderweg.

Haus Moosbrugger está en Reutte, a 2,5 km de Estación de tren de Reutte in Tirol y a 19 km de Museo de Füssen.

h

hector

De

España

la ubicación el aliso y la atención de los propietarios

El Gasthof Plattenhof está situado en la localidad de Platten, en el valle tirolés de Inn, a 4 km de Telfs. Hay conexión Wi-Fi gratuita y sala de guardaesquíes.

S

Sergio OT

De

España

Tranquilidad y naturaleza que lo rodea

El Weisses Rössl goza de una ubicación tranquila en el valle de Leutasch, a 5 km de la animada Seefeld in Tirol. Ofrece conexión a internet, desayuno buffet y habitaciones reformadas recientemente.

M

Magdalena

De

España

Enclavado en un valle maravilloso, rodeado de montañas, el hotel es de lo más rústico que te puedas imaginar. Te da la sensación de que Heidi te puede salir de cualquier habitación. No hay más trastos porque no caben. Conforme pasan las horas te vas dando cuenta de que todo está colocado por algo. Y con la idea de hacerte acogedora la estancia. Por la mañana vas al comedor a desayunar y ves al propietario, a Roberto, haciendo huevos revueltos y entiendes todo. El desayuno es correcto. Lo mejor, los huevos revueltos.