Hostales y pensiones en Feridhoo

Lo principal a destacar es el magnifico personal con que cuenta el hotel que se desviven para hacerte la estancia de ensueño, Gracias a todos. Las instalaciones muy bien mantenidas y con mucho espacio para el relax y a 1 minuto de la playa. Las habitaciones súper limpias y espaciosas con una cama comodisima. El desayuno incluido lo adaptan en lo posible al gusto del huesped y además se puede cenar a partir de las 19h. He estado en diferentes islas y diferentes alojamientos y esté ha sido de lo mejor y Feridhoo es un paraíso con gente muy amable y alegre.

El dueño muy amable, está siempre pendiente y te aconseja bien zonas de snorkel y peligros de las corrientes. Buena bienvenida, explicando todo con detalle y te acompaña hasta las tumbonas que tienen en la bikini beach. Organiza el transporte y se adaptó muy bien a nuestros horarios. El desayuno con dos opciones, el maldivo realmente bueno. Las instalaciones impecables, habitación amplia, con una pequeña terraza donde dejar secar el material del snorkel, baño muy limpio y camas muy cómodas.

El lugar era bastante acogedor y limpio, tenía todo lo necesario para descansar y pasar unas bellas vacaciones

Todo muy limpio y tranquilo. Azmil y Mizu son muy amables y atentos! Siempre haciéndonos sentir cómodos. Un “bravo!” a la cocinera Anola que nos ha deleitado con comida local y auténtica!

Sólo tengo palabras de agradecimiento para Abdul y Ali. Dos grandes personas que saben cómo llevar su negocio. El contacto directo a través de WhatsApp y Booking ha sido inmediato. Nos esperaron en el puerto llevaron nuestras maletas y a mi madre en su moto carro!!! Nos dieron mucha información de utilidad de la isla y Ali nos hizo un tour por la isla y hasta la bikini beach. Destacable la belleza de ésta por encima de cualquier otra que hallamos visitado jamás. Por primera vez en mi vida hemos tenido la playa entera para nuestra familia!!! Fuimos los únicos turistas en la Isla por unos días. La gente de la isla es encantadora. Había 4 hamacas del hotel en la playa y les faltó tiempo para llevar la quinta en su moto carro. Te dan toallas para la playa también. La habitación estaba súper limpia.La atención a sido espectacular, han cuidado cada detalle minuciosamente. El primer día nos dieron desayuno Maldivo y al ver que nuestros hijos no comían demasiado nos preguntaron qué solían desayunar al día siguiente todo a nuestro gusto, menudos desayunos!!!. Gracias a la señora que los preparaba y a su eterna sonrisa.Van un paso por delante en lo que se refiere a la atención. Te preguntan directamente si necesitas algo y te invitan a que se lo digas con la intención de mejorar. No me habían cuidado con tanto mimo en mi vida. Lo dicho no hay palabras para agradecer tanto. En alguna reseña leí que da la sensación de estar con tus tíos y es así te hacen sentir cómo en casa!!! No busques más aquí acertarás seguro!!!

Nos sorprendió con una cena muy rica de despedida. Son muy atentos aunque poco habladores.

La habitación sencilla pero cómoda y de buen tamaño. El A/A funciona perfecto. Las habitaciones dan a un patio bonito. El desayuno buffet, sin mucha variedad pero rico. Están muy pendientes de ti. Tuvimos un problema con la cerradura ya tarde y en 10 minutos estaban allí arreglándolo. Nuestro ferry salía temprano, antes del desayuno y nos trajeron una bolsa con desayuno para llevar. Te recogen del puerto y te llevan cuando te vas.

La ubicación es excepcional. Enfrente de un palmeral espectacular y el mar. La playa local. Desde la terraza puedes ver el atardecer tranquilamente disfrutando de la naturaleza y las vistas. Las habitaciones son grandes, la cama es cómoda, buen aire acondicionado, mucha tranquilidad. El desayuno que pedimos al estilo local estaba muy bueno, en el jardín del alojamiento. La persona que nos atendió, Naushad, fue muy atento. Nos ofreció soluciones para el traslado de ida y de vuelta a una isla cercana, nos organizó la excursión a ver haciendo snorkel las Manta rayas y un snorkel por un arrecife. Fue uno de los momentos más espectaculares del viaje sin duda. Bucear entre las gigantescas manta rayas que parecían jugar con nosotros es una experiencia que no hay que perderse en la vida. Muy bien y muy contentos.