Habitaciones en casas particulares en Lebadea

Absolutamente todo! El entorno es muy bonito, las vistas espectaculares sobre un pequeño valle y el pueblo. Alrededor las montañas de Elikonas, sitio ideal para los que les gusta patear en la naturaleza. El hotel está hecho con mucho esmero y cariño, las habitaciones cómodas y acogedoras y Litsa y su familia son maravillosos. Ojalá podamos volver.

TODO fue EXCELENTE. Los anfitriones nos hicieron sentir como en casa con su gran amabilidad y cariño. Además, tanto el edificio al completo, como sus jardines, su ubicación con vistas preciosas a las montañas y la habitación fueron extraordinarias. Y por si esto fuera poco, nos regalaron un desayuno fantástico que disfrutamos tranquilamente en la gran terraza de nuestra habitación observando el monte Parnaso. Repetiríamos sin duda, fue una experiencia muy agradable que nunca olvidaremos.

El hotel superó con creces nuestras expectativas. Es un pequeño hotel con muchísimo encanto, todo piedra natural y madera, muebles macizos y sábanas y colchones de calidad. Tiene una distribución muy original en diversas plantas con terrazas y miradores. Las vistas son una maravilla desde cualquiera de ellas y también dentro de las habitaciones con grandes ventanas. Y si el hotel era bueno, sus dueños fueron mejores aún: nos estaban esperando con la chimenea encendida y nos ofrecieron una copa de licor local y unos dulces que elabora la dueña que estaban riquísimos. Al ser temporada baja y entre semana, éramos los únicos huéspedes y aún así, prepararon el desayuno buffet como si el hotel estuviera lleno: había bastante variedad y todos los elaborados (mermeladas, dulces, tortilla....) los hace la dueña, no son industriales. Sólo hablan griego pero pudimos entendernos, los dueños son muy amables y acogedores, nos sentimos muy a gusto y descansamos muy bien. Es un alojamiento súper recomendable si estás por la zona, conviene desviarse un poco para alojarse allí.