Amamos recibir personas porque creemos que viajar no solo se trata de conocer un lugar, sino de vivir experiencias que queden en la memoria. Nuestra casa está inserta en un eco parque privado, un espacio que cuidamos con cariño, y que queremos compartir con quienes valoran la naturaleza, la tranquilidad y la conexión auténtica con el entorno. Nos apasiona la vida al aire libre: caminar por senderos, observar fauna, escuchar el río y disfrutar del silencio. También nos encanta generar momentos de encuentro entre familias y amigos: asados en el quincho, fogatas, conversaciones largas con buena música y una vista que invita a relajarse. Recibir huéspedes nos llena de alegría, porque cada visita trae historias nuevas, energía distinta y la satisfacción de saber que nuestro lugar es parte de recuerdos especiales. Para nosotros, la hospitalidad es simple: comodidad, privacidad, respeto y calidez en cada detalle.