Aquí te despertás con un bosque privado de más de 15.000 m² de área reforestada como patio trasero, donde el silencio y la naturaleza se vuelven parte de tu día. Un pequeño río limita con la propiedad, un rincón perfecto para hacer yoga, meditar, leer o simplemente desconectar con tranquilidad absoluta. El sendero interno te invita a recorrer este pequeño santuario natural. Si te gusta la observación de fauna, este es un lugar especial: podés ver aves hermosas y poco comunes como trogones y manakins, además de varias especies de ranas coloridas, y con un poco de suerte, familias de congos transitando entre los árboles junto al río. La cabaña es el refugio ideal para bajar el ritmo, relajarte en el jacuzzi de agua fría y escuchar los sonidos del bosque. Estás a pocos minutos del centro de La Fortuna y de las principales atracciones, pero al mismo tiempo lejos del ruido, en un entorno íntimo y natural. Un espacio para reconectar con lo esencial, respirar profundo y sentirte parte del bosque.

Invito a quienes nos visitan a sentir la exuberancia de los bosques ticos, a desconectarse del ruido y reconectarse con lo simple, lo natural y lo real. Aquí la vida fluye con calma, rodeada de verde y aire puro, en un espacio off-grid pensado para descansar y explorar. Mi deseo es que te lleves más que un recuerdo; que regreses con el pura vida en el corazón, la gentileza de nuestra gente y la magia de Costa Rica.