A tan solo 12 minutos en coche del centro de Tánger, esta encantadora casa frente al mar te invita a vivir una experiencia única en plena Playa Blanca. Situada en una zona tranquila, es el lugar perfecto para quienes desean disfrutar de la belleza del océano sin renunciar a la cercanía de la ciudad. Desde su amplia terraza y el espacio de estar, se contemplan unas vistas espectaculares al mar que acompañan cada momento del día, desde el desayuno hasta los mágicos atardeceres. La vivienda ha sido pensada para brindar una sensación de paz y amplitud, con una decoración inspirada en los tonos del entorno natural y el confort de lo sencillo. Con una distribución acogedora y funcional, es un espacio ideal para relajarse, leer, compartir y desconectar. Cada detalle está concebido para favorecer el descanso, en un entorno donde el sonido de las olas y la brisa marina se convierten en parte de la estancia. Una opción distinta para quienes valoran la tranquilidad, el buen gusto y el privilegio de estar a solo unos pasos del agua.

Playa Blanca es una encantadora playa situada en la costa mediterránea de Marruecos. Es un lugar muy apreciado por quienes buscan desconectar del ritmo urbano y disfrutar de la autenticidad del norte marroquí, con una combinación perfecta entre montaña, mar y tranquilidad. A pesar de su creciente popularidad, Playa Blanca mantiene un ambiente sereno y familiar. Sus vistas abiertas al Mediterráneo y la presencia de pequeñas casas blancas colgadas sobre el mar le dan un aire único y acogedor. Su cercanía a Tánger (a unos 12–15 minutos en coche) la convierte en una escapada perfecta para pasar el día o para alojarse en una de sus casas junto al mar, y vivir una experiencia íntima, sencilla y profundamente conectada con la naturaleza.