
De
EspañaNuestro hotel favorito durante nuestra estancia en Nepal. Apartado de las actividades turísticas pero ello se solucionaba ya que nos venían a buscar para realizar las mismas. Vale la pena por poder disfrutar las vistas y servicios del hotel. Recomendamos enormemente escoger una habitación con piscina, de ensueño. Más parecido a un apartamento que a una habitación. El menú es muy extenso y cocinan bien, aunque si no te gusta el picante, pídelo sin. Nosotros comimos en varias ocasiones en la habitación, que tenía vistas al río y a la jungla. Respecto al spa, los masajes que probamos, relajaban muchísimo. En el baño había ducha y jacuzzi. Probamos por primera vez el plato más mítico de Nepal, el Thali nepalí, nos gustó.