Hoteles con parking en Trillo

Es incluso más grande de lo que parece en fotos y tiene un jardín muy amplio. Además está decorado con un montón de luces que hace que por la noche sea encantador

perfectamente todo bien cuidado

Simpatía y trato de los dueños, ubicación y comida

Casa amplia y bien preparada. Los dueños muy amables dejaron desayuno completo y muy surtido.

Todo en general pero el jardín una pasada. La casa enorme y cuidada al máximo detalle.xtra limpia y con todo lo necesario para despreocuparte de todo y disfrutar al máximo.a 5 minutos del centro del pueblo.

La ubicación y el personal son insuperables, igual que las instalaciones,

El trato de los dueños fue excepcional. El viaje lo hizo mi pareja y su amigo y no pudieron estar más contentos y agradecidos. Llegaron tarde a las casa y al no haber ningún bar abierto para cenar la dueña no dudo en hacerlos algo de cena

Buscábamos una casa donde poder celebrar la Navidad juntos toda la familia. La verdad es que estuvimos muy cómodos. La caldera de pellets calentó rapidísimamente toda la casa y tuvimos mucho espacio.

El personal fue muy amable y la ubicación ideal para pasar un finde de desconexión en el campo. Nos llevamos a nuestro perrito y se lo pasó muy bien

100% recomendable en todos los sentidos. Elegimos esta casa por la gran capacidad que ofrecía y la excelente vista al lago desde la terraza y fue una experiencia inmejorable. El lugar no puede ser más tranquilo, el jardín es plena naturaleza, se llega al lago, literalmente, en menos de un minuto por un caminito de fácil acceso por el que pudimos bajar sin dificultad alguna los kayak (que había en la casa). Poder estar todos juntos en la terraza charlando mientras preparábamos la comida en la barbacoa y disfrutar de la comida al sol, no tiene precio. Los niños se lo pasaron en grande durmiendo todos juntos en el cuarto de las literas. Las camas eran muy cómodas y se notaba que todos los colchones eran nuevos, así como, las toallas de los baños (un lujo tener jabón, champú, gel...) y menaje de cocina. Nos sorprendieron gratamente dos cosas; por un lado, que a pesar de ser una casa grande, se estaba muy caliente dentro (además el poder encender la chimenea es un plus añadido) y por otro, que al ser tantos no hubiera ningún problema con el tema del agua caliente para las duchas en ningún momento. Además de contar con el billar (también en perfectas condiciones), los anfitriones llenaron la casa con juegos de mesa para pequeños y mayores. No sólo eso, si no que también pudimos jugar al pádel porque a la entrada de la urbanización hay pista (también de tenis) gratis y justo al lado un minigolf para los más pequeños (también nos dejaron unos palos y bolas para los niños en la casa).